martes, diciembre 15, 2009

LAS PATALETAS DE NUESTROS NIÑOS

Quien iba a imaginar que nuestros campeones del mundo mundial merecieran de nuevo una exclusiva. Nosotros, que ya habíamos pensado en jubilarnos felicitando las Navidades a todos, nos vamos a tener que volver a poner el mono de trabajo.
Nos solicita D. José Jódar, presidente de la Asociación Alcarreña de Mus de Guadalajara, la publicación del siguiente articulo. Este es el texto remitido.


“Imagino que la mayoría de los aficionados al mus competición de España ya estarán al corriente de la tropelía acaecida el pasado sábado 12 de diciembre en el restaurante La Flamenca de Madrid, donde el señor Cruz Garcia Boedo y el propietario del restaurante organizaban un maratón a modo de cierre de temporada.

En la página http://www.muscrucito.blogspot.com/ y en http://www.elmus.org/ , en la entrada del Foro: “los apetecibles bomboncitos”, hay suficiente información al respecto.

El torneo estaba dotado de unos atractivos premios fijos, y según me han informado, ya en los días previos al torneo alguna pareja vio como no se aceptaba su inscripción. Estas y otras personas, que tampoco iban a ser admitidas a jugar, se pusieron en contacto con Cruz Garcia repetidas veces a fin de intentar modificar su decisión, cosa a la que no accedieron los organizadores. Todas estas personas y alguna más se presentaron en el torneo, y ante la enesima negativa a su participacion, provocaron la actuación de la Policía Municipal de Madrid en un intento de boicotear la celebración del torneo.
Aunque no sabemos cual fue la base de la denuncia que justificara la presencia policial en el torneo, si podemos asegurar que fueron estas personas las que con sus indicaciones pretendían guiar a los agentes en sus actuaciones. Todos los allí reunidos fueron testigos de ello. Pero nadie sabía que es lo que buscaban. El colmo llegó cuando la policía, en su desconcierto porque allí no encontraban nada irregular, decidieron pedir el DNI a los allí presentes no sabemos para qué.

Bien está que cuando se sospecha de algún delito o se efectúa un control de carreteras se extremen las medidas de seguridad que todos aplaudimos. ¿Acaso hemos de pensar que los torneos de mus se consideran timbas organizadas para tener que tomar los datos a todos los allí presentes? Porque si no, no tiene explicación la medida. Y esos datos ¿qué se ha hecho con ellos? ¿son todos los allí presentes sospechosos? ¿Y sospechosos de qué?. Las asociaciones legalmente constituidas que desarrollamos esta actividad ¿lo somos también?, los organizadores individuales, las fiestas de muchos pueblos y los eventos musísticos en restaurantes y hoteles de 5 estrellas, donde también se hacen torneos, ¿tendrán que sufrir también pasivamente las denuncias que a cualquier descerebrado se le ocurra poner porque no le dejen participar en ellos?

Esta es la absurda situación a la que se llegó por la sucia y reprobable actuación de estas personas a las que no se les permitió jugar y cuya bajeza moral quedo más que demostrada. Primero presionar para obtener lo que desean, y si no se consigue, molestar todo lo que se pueda para que se enteren de que hay que contar con ellos.

Lo más doloroso de estos hechos es que estas personas son participantes de otros torneos en los que han obtenido muchos triunfos con su consiguiente repercusión económica y aplauso social, pero cuando algunos organizadores nos hemos planteado no aceptar su presencia porque no creemos ni en sus triunfos ni en la forma de obtenerlos, son capaces de poner a todo el colectivo musístico bajo sospecha, cuando los únicos sospechosos son ellos. Ponen en una situación de indignidad a sus propios amigos y compañeros de juego sin pensar que a ellos también les afecta. Esta claro que ellos pertenecen a otro colectivo.

Dudo que este sea un momento histórico para el mus, como algunos me han indicado, pero si es el momento para hacer una importante reflexión y autocritica. No es en absoluto aceptable que personas a las que se les indica que no se acepta su presencia insistan en ello e intenten imponerla casi a cualquier precio. Si se creen lesionados en sus derechos, que acudan a los tribunales en defensa de sus pretensiones.

Pero los organizadores también deberíamos analizar si estamos incurriendo en una grave irresponsabilidad al exponer al colectivo musístico, que está formado casi al 100% por personas absolutamente honorables, cuando ofrecemos eventos de cierta categoría sin aportar las más mínimas medidas de precaución y protección, confiando en que todo el mundo es honrado. Cierto es que no tenemos ningún cauce organizativo ni nos hemos preocupado de crearlo, pero eso no nos exime de nuestras responsabilidades para con los jugadores. La mayoría de las veces nos conformamos con hacer unos sorteos donde no se repitan los enfrentamientos. Los jugadores pagan una inscripción y merecen el mejor servicio. En una sociedad en la que se destapan con mas frecuencia de la deseada casos de fraude, dopaje y manipulaciones de todo tipo, pecaríamos de ingenuos si creemos que el mus, no olvidemos que se practica con naipes, esta exento de sujetos que miran más a su bolsillo que a la practica del juego.

Me avergüenza imaginar lo que puedan estar pensando nuestros amigos musístas de cualquier punto de España. O cualquiera de las muchísimas personas que entraron en el restaurante esa tarde. O incluso del dueño del restaurante, que se hacia cruces del lio en que creía haberse metido.
Solo os pedimos que tengáis en cuenta que estamos luchando con todas nuestras fuerzas por la limpieza en el juego y ya veis que no es tarea fácil. También os pedimos disculpas por el bochornoso espectáculo ofrecido por unos pocos a los que se debería cerrar las puertas de cualquier torneo o club de mus que se precie. Ellos suelen pagar así la acogida que algunos les dan.”
José Jódar. Asociación Alcarreña de Mus


Se podrían decir tantas cosas al respecto .……. pero nos vamos a limitar a desear unas felices Navidades a los dignos jugadores de mus. A los indignos que les traigan mucho carbón sus amigos los Magos de Oriente. A nosotros también nos tuvieron engañados los Magos un montón de años.